Me siento apretujada. Un poco nerviosa. Taquicárdica.
Es el Otoño, estación que amo, que me sacude mostrándome las hojas caídas del pasado.
No estoy tan grave. No quiero estarlo.
Es esto parte del esfuerzo por aprender a evitarlo.
Me pesa el piso desde los pies hasta el cervix, me pesa en exceso la luminosidad nocturna sobre los párpados.
Es inexplicable, quizás no sepa cómo contarlo. No sé si sé decirlo. Sé resistir, y eso es tanto!
En el camino elijo, siempre distinto a lo explorado. Algo mejor yo puedo, es parte de avanzarlo.
Es doloroso el miedo. Perder cualquier detalle es mi fantasma. En sobrevivirlo está el encanto.
No odio lo que tengo. Tampoco lo domino. Vivo una mitología interna, vivo en mi propio laberinto.
Hoy he logrado parar, antes del horror y el espanto, puedo decir que aprendí y eso en mi mundo vale.
Vale por un paquete de garrapiñadas y otra vuelta gratis.
1 comentario:
Sos Teseo en el laberinto? soy Ariadna. Tomá el hilo. Te quiero furiosamente.
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