[todo lo que tengo se lo he pedido prestado a mi imaginación]


26 agosto 2011

sin título

Imagino conocerte, parecida y diferente, y desespero...
Y luego escucho, veo noticias y lamentos. Veo abandono y veo búsqueda; veo versiones e hipótesis.
Imagino dolores ajenos, infinitos e imposibles, y lloro...
Y no duermo, sólo pienso. Veo fantasmas de mujeres que no pueden; veo heridas que no cierran nunca más.
Imagino repartir estos temores, dividirlos o multiplicarlos, y no puedo...
Y no quiero, o no sé cómo, o: no quiero.
Veo pañuelos, banderas y velas. Veo plazas, marchas y noticias. Veo encuentro y desencuentro, nada más.
Quedate ahí, acá... conmigo. Quédense así, no entiendan nada.
Y, como trilladas palabras de mi abuela,
"entenderán sólo cuando los tengan"
que los hijos duelen tanto
que llorar por los ajenos
es lo mínimo hacemos
por respeto, por instinto y por temor.

17 agosto 2011

hard woman

Cuesta seguirte. Recia, dura, distante. Cuesta hacerte compañía, generalmente sobran las palabras pero ajustan los silencios. Incomodan las miradas y tocarte es tan difícil como entenderte.
Y no me quiero ir, ni quiero dejar de intentarlo. Sólo que, generalmente, me pregunto si en realidad esto te sirve; si te importará que yo insista en descifrar muchas de esas cosas que pareciera que escondes con tanto esmero de mí.