De lado a lado
como de orilla a orilla
del río
del olvido,
del océano que es amarte así;
a veces tan inmenso, oscuro,
abarcador.
Otras cálido,
luz suave sobre mis costas.
Como de orilla a orilla
voy
sin respirar
oyendo a mi espíritu salvaje
que pide
que te olvide
y te recuerde,
que te cuide,
que te suelte al mismo tiempo.
Escucho
a la voz de mis ancestros sugiriendo
que amarte es karma.
La voz de Dios diciendo
que amarte urge,
¿qué me pasa?
Voy
de orilla a orilla
exhausta de nadar
arrastrada
por la fuerza de tu mar.