Hundo la cara contra la almohada. Desearía poder asfixiarme en esta posición, imposible. Lloro un rato largo. Qué clase de perdida de tiempo fue todo ésto?
Tengo un montón de recuerdos desparramados, tengo mucho tiempo para desmembrarlos. Me diste muchas horas vacías, para llenarlas de sufrimiento. Aprendí a sobrevivir en medio de las sombras de una casa deshabitada, solitaria, desnutrida, destrozada, abandonada. Necrofílica, amante de un muerto, un ser sin pulso, sin respiración. Siempre expectante de tus movimientos torpes, ahora agradezco tus tropiezos, me has librado de un gran peso. Ya voy a aprender a controlar el llanto, a enterrar la historia que no fue, a no mirar más a los ojos, a no dar nada más de mi. Probablemente elija seguir siendo Corazón de Arroz.
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