[todo lo que tengo se lo he pedido prestado a mi imaginación]


27 diciembre 2009

Oh, bloggo!

Todavía te leo. A escondidas en el tren, en algún bar de San Telmo, en el baño antes de ducharme. Con mucha o poca luz. Todavía encuentro entre tus letras la clave de tu estado de ánimo, tu humor, tus melancolías, carcajadas neuróticas, tus manías. Todavía me busco entre tus tropos y recursos; entre tu métrica, tu desparejo verso, tu ríspida rima. Todavía quiero encontrarme en algún personaje, ser el alterego del protagonista, el contrapunto del héroe, el villano miserable. Todavía buceo entre tus palabras vomitando ironía, entre tus medidos cuentos, entre tu música, entre tus juegos sin sentido de neologísmos y construcciones forzadas. Todavía creo encontrarme, cuando te leo a escondidas y media luz, entre tu pasado. Me encuentro en tu pasado, aquél que le da fuente y vida a tu inspiración.

Y vos, fuiste mi mejor novela, esa que no dejo de corregir, a la que no le termino el final, a la que no le encuentro la pasta, de la que me agarro para no dejar de escribir.

Será que cuando yo busco un recurso, una fuente, una historia y darle a eso rima, te encuentro y te describo. Y te trazo y te acomodo, te analizo y morfológicamente te divido. Serás siempre el sujeto y sabrás, en mi memoria, siempre predicarlo. Entonces en algún bar de San Telmo, sobran excusas para que una servilleta sea haga carta y miles de inquietantes y temerosos motivos la vuelven un impersonal post de algún blog perdido, sin nombre, sin autores, sólo un post más entre una inmensidad de gente, buscándose a escondidas en impersonales blogs ajenos.

No hay comentarios: