[todo lo que tengo se lo he pedido prestado a mi imaginación]


28 enero 2010

Full-time

Buenas tardes, Cecilia. No te mueras de calor cuando salgas a la calle. Mirá bien a ambos lados al cruzar. Buenas tardes, Ceci. No te vayas a olvidar de mí bajando por el ascensor y las puertas de la planta baja te liberen del recuerdo. No sea que al cruzar la calle y mirar a aquél estúpido que te encierre con el auto encuentres otro amor. No vengas un lunes con que tu fin de semana fue genial y que en algún barcito conociste a un hombre con todas las letras.
Cecilia, no hagas un drama de cada minuto de más. Si cuando hacemos horas extras igual nos comunicamos. Si de todos modos algo estamos compartiendo.
Buenas tardes, hasta mañana princesa. Mientras te desvanecés a través del fumé del vidrio de la puerta pienso: qué sería de nosotros, alejados en rutinas de trabajos aburridos. Sin la constancia y el tiempo de una relación como la nuestra, del día a día.
Buenas tardes, hermosa. Que jamás nadie te descubra angustiada y herida e intente tocarte el pecho. Ojalá no se vean nunca las heridas que te dejé, las que te dejo. Ojalá no me culpen mucho. Porque me siento terrible, mi amor.
Buenas tardes, que pases un feliz cumpleaños rodeada de todos aquellos que te aman. Y pensá que yo voy a estar pensando en vos. Nunca te saques del cuello mi cruz. Te la regalo pues es lo más cerca que puedo mantenerme de tu corazón.
Buenas tardes, Cecilia. Sos una excelente compañera. Sos responsable y aplicada. Sos colaboradora y expeditiva. Que tengas una excelente noche y final de la jornada.
Oh, no, no. Buenas tardes, Cé. Gracias por esperarme pero, no, yo voy para el otro lado. Tengo compromisos impostergables. Ineludibles. Sí; y buenas tardes. Me voy yendo porque estoy ocupado. Por favor, no hagas escándalo, corazón. No hace falta que te humilles, Cecilia. Si esto vos ya lo sabías…

25 enero 2010

Tácticas y Estrategias de Guerra (porque todos los finales son el mismo repetido)

No tengo que olvidarme de dejar desparramados recuerdos. Muchos y, minuciosamente desparramados en estratégicos rincones, específicos recuerdos.
El aro del piercing en la panza que te transporte hacia mi vientre, mi ombligo, a la panza donde pensabas albergar a tus hijos.
Esmaltes secos, de uñas moradas que adornaban mis manos cuando arrodillada frente a tu ser te acariciaban directo al placer.
Anotaciones en la lista de empanadas por teléfono. Anotaciones de noches de fiaca y felicidad. Recuerdos de tiempos lejanos pero remachados al sentimiento del amor.
Miles de cabellos enredados en tus swetters, de mi color, de mi espesor. Cabellos de mi cabellera, aquella de la que te agarrabas a medianoche para no hundirte en pesadillas de ruptura y separación.
No tengo que olvidarme de que la bronca demuestre mi dolor. De que el dolor sea sólo por tu culpa ni de que los recuerdos sean muchos y desparramados.
Debería ubicarlos allí donde, cuando otra camine a la inversa sobre mis pasos, duelan como me duelen hoy a mi. Y que el dolor que le cause sea sólo por tu culpa. Esa culpa que se genera al ignorar de mis recuerdos, al haberte olvidado el color de mis cabellos o el sabor de mi vientre. Al haber olvidado de la felicidad remachada al amor.

20 enero 2010

Loop

Me despierto y creo que estaba soñando algo feo. Me despierto, creo. Me agita la idea de estar, aún, soñando. Algo feo, me agita. Empiezo a buscar señales, estoy soñando? No puedo despertarme. Me retuerzo, y lloro pero no me sale el grito. Estoy soñando. Y siento, lentamente, que me despierto.
Quiero comprobarlo con un grito, el llanto. Y no me sale.
Me desperté?

14 enero 2010

con la comida no se jode...

Amor, hay algo que quiero que sepas
Cuando dije que con vos todo comparto
Hablaba de cosas muy intensas
como nuestros pies sobre el pasto
también de brindar en las fiestas
o de dejarte entrar en la sala de partos
Pero también de trivialidades
de algunas cositas pequeñas
y dejando de lado rivalidades
cederte las dos últimas Hogareñas