Cuánto te apuesto?
Te sigo teniendo clavada
Te sigo teniendo clavada
en el medio del pecho
o en las yemas de mis dedos,
como si fueses una espina
o quizás como una espada...
Te repito: te lo apuesto, pasan los años y todos crecemos... y yo sigo juntando pus en la herida, engangrenándome el alma. Que las batallas inconclusas lastiman, no tanto por los ataques y ofensas recibidos, sino por la vacante del vencedor que no proclaman.
4 comentarios:
Y ahora tire usted, porque le toca.
Saludos
Perdón pero no le entiendo...
Mire, eso sucede muy a menudo, otro más en este infinito cielo de desencuentros, diría un amigo.
Besos.
Intenso lo que se lee aquí.
Es cómodo ser espectador de tanta intensidad?
Se vive como brasas encendidas en los zapatos lo que acá se cuenta...
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