Dejaste unas cuantas baldosas vacías.
Che... a quién le pido gamba cuando ahora, renga, pasen las horas?
Muñeca dulce, entre la reja y tus besos ahora hay frío.
Mina capaz y libertaria
tengo el secreto de tus ojos, pestaneando en mis recuerdos
Yo nunca volví a soñarte
aunque una vez intenté ir a verte
Al menos, confieso recordarte viva
para mi te fuiste de viaje
por dónde andará esta piba!?
Cuantos alfajores te permitimos,
cuantos descuidos se nos revuelven
Yo te extraño
y eso ya no se resuelve.
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