[todo lo que tengo se lo he pedido prestado a mi imaginación]


13 mayo 2011

multiple indivisibilidad

Suele sucederme, muy a menudo, que no soporto tus defectos.
Cada uno de ellos, ordenados alfabéticamente o por color, desfilan frente a mis ojos saturándome la vista.
Entonces creo que tengo que dejarte. Me quiero ir, quiero cambiar; no quiero aceptarlos. Quiero que desaparezcan o que otras cosas mejores los reemplacen.
Así, lloro un rato largo. En realidad no quiero irme, ni alejarme de vos. No quiero olvidarte, no podría jamás. No encuentro soluciones, me retuerzo en el dilema de aceptarlos. Me da bronca. Me duermo...
Y al despertar siento que, si soporto los defectos de los demás, no hay más que aceptar todo eso a lo que quise ponerle otro nombre y llamé alterego.

Bienvenidos a la imperfección, les deseamos una feliz estadía!

2 comentarios:

Mr. Kint dijo...

Recuerdo que hace ya un tiempo (uf, a veces es mejor no recordar) leí ése libro de Hesse que hablaba de la imposibilidad de describir el ser como una unidad, ni siquiera como una aparente dualidad, sino más bien como una multiplicidad, y decía algo como una "cebolla de cientos de capas, un tejido de mil hilos". Hace muy bien, no queda más que aceptarlo.
Saludos y Besos

PD: Hace mucho que no recorro la blogósfera. Lamenté al volver a su sitio y no escuchar aquella hermosa versión de You really got a hold on me; aunque en su reemplazo encontré una buena descripción de algunas de sus multiplicidades, y además, de yapa, una contundente prueba de su incuestionable belleza física.

Cecis ... funámbula dijo...

UF...ME ENCANTÓ!!