Elegir preparar comida árabe de cena es una osadía, casi como si eligiera bailarle la danza de los siete velos en la primer noche de sexo y pasión. Pasa que a veces soy así, osada. Entonces mi mejor herramienta es esa. Supongo que la espontaneidad en este caso está buenísima pero la pareja de amigos que voy a conocer apreciará por triplicado el estómago contento.
Fruto de mi ansiedad por conocerlos y víctima de la presión que sólo yo me he impuesto recopilé las mejores recetas y me reafirmé sobre el menú: shawarma y tabulé.
Afilá los ojos porque nunca sabés cuándo vas a enamorarte lo suficiente como para querer ser la odalísca de sus sueños...
Shawarma para 4 (mi novio, dos amigos no sabemos cuán hambrientos y yo, inapetente por los nervios):
Dos kilos de carne corte milanesa (en este caso bola de lomo pero bien podría ser nalga o cuadrada) hay que limpiarlos y recortarlos en finas tiras no muy largas como para ser fagocitadas sin ayuda de cuchillo. Se marina al menos 6hs, lo que te da tiempo de hacerlo la noche anterior con un fernet de acompañante y Tracy Bonham al palo. La marinada consta de: dos potes de yogurt natural, media taza de vinagre, media de aceite, el jugo de un limón, sal y dos cucharaditas colmadas de baharat. Qué mierda es baharat? Aflojá con el fernet porque no me vas a entender el resto de la receta! Baharat es una mezcla de siete especias (vos decí que son afrodisíacas así de paso ligás) y se consigue así porque lo importan. Yo, gracias al Poder Supremo, no lo conseguí importado o me dolería el orto. Lo armé, con buena voluntad, mezclando dos cucharaditas colmadas de pimienta negra molida, dos de paprika, media de cardamomo, una de clavo de olor, una de nuez moscada, dos de comino y una de canela (aunque esto último a mi me faltó porque me lo comí en la lista y no lo compré).
Mañana (u hoy...digo, después de marinar lo suficiente y cuando ya tenés a la gente ahí y muerta de hambre) escurrís la carne pero sin pasarla por el “koinor“, simplemente no la cocinás con toda esa salsa. Y en una sartén bien caliente dorás la carne.
Esto se sirve así, con tomate picado, perejil idem y cebolla idem2. La cebolla puede ser un punto difícil, quizás la novia del amigo de tu novio te mire con odio. Obviala por esta vez o proponela como opcional. Se rocía todo con la salsa (adictiva, por cierto) que se hace con tres cucharadas de pasta de sésamo (se escribe “tahini“ pero se dice “tahhjhhini“) que se consigue en cualquier dietética, el jugo de tres limones, un pote de yogurt natural, aceite de oliva tipo dos cucharadas generosas y rebaje de agua hasta obtener una salsa tipo mayonesa. Sal, of course y no hagas sopa, es una salsa.
Yo pienso que en un platito hondo va esto y en un platito tipo de postre la tabulé. Qué es la tabulé? Te dije que largues el fernet. Tabulé es la ensalada de cuscus libanesa más famosa...al menos en el Líbano. Sabelo.
Una taza de cuscus se hidrata con agua caliente (y las proporciones vienen explícitas en el paquete de cuscus) y se enfría. Cortás tomate, pepino, picás menta, morrón y aceitunas negras. Si ya estás muy en pedo, ponele semillas de girasol pelado, obvio. Nadie se va a quejar, probablemente puedas mamarlos a todos antes de cenar...ya te voy a contar con qué. La ensalada se condimenta como cualquier otra y probar antes de seguir salando sería ser una gran estratega.
Bebidas, sí. Bebidas y no me refiero al quinto fernet que te acabás de servir. Con qué se acompaña esta cena? Un syrah es la primer gran opción. El syrah se toma con más de veintipico (ponele) de grados y mañana seguro los hará. El syrah blablabla con la comida especiada y blablabla los taninnos en la boca.
Otra opción, más zarpada, es el sauvignon blanc. Frío. No no, FRÍO. BIEN FRÍO. Mi hermano dijo que lo ponga en la heladera todo lo que pueda pero que una hora antes de abrirlo lo lleve al freezer. Y después, frappera. Dice que el blanco caliente pega más. Dale, buena idea. Se lo damos caliente y nadie va a pensar en la pimienta, el cardamomo y la puta que lo parió!
Tercer opción, super loca. Cerveza fuerte. Me conseguí unas doppelbock rojas, siete siete alco-jol, y completo las tres opciones posibles. Como para decir: tomás vino? NO? tengo birra... tomás vino? Sí? Tinto? NO? tengo blanco! Tomás vino? hic, me lo tomé anoche mientras cocinaba, cuando se me acabó el fernet.
Listo, nena, ponete el caderín porque si me prestaste suficiente atención, te tomaste media botella de Fratelli con Coca, y le ponés garra... sale, va como piña.
Y si no sale, cualquier cosa que no salga, se arregla de la única manera en la que todo se arregla. Sexo.