[todo lo que tengo se lo he pedido prestado a mi imaginación]


16 septiembre 2015

pedaleando

Como no podés ir revisando facebook, pensás. Es que en bicicleta no tenés alternativa. No podés leer, ni revisar instagram. No vas durmiendo, vas pedaleando. El viento contra la cara te mantiene despabilado, alerta. Entonces vas pensando. Si yo tuviese la chance, aprovecharía para ir mentalmente haciendo la lista del super pero no tengo escapatoria. En bicicleta voy pensando en todo lo que trato de olvidar cuando abuso de las redes sociales o lo que se desdibuja bastante mientras duermo. Sobre la bici la realidad me pasa finito y a las chapas y voy sola e impulsada por mi misma. Y pienso. No hay un ida y vuelta, es todo retórico. Me regresan las preguntas, como un eco, haciéndose respuesta. Pienso, cuando freno en la esquina de casa: lo más peligroso de andar en bicicleta no es el bondi amenazante cerrándote el paso; lo peligroso de la bici es encarar lo que pensás.

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