[todo lo que tengo se lo he pedido prestado a mi imaginación]


24 mayo 2017


Soñé con vos.
Te habías arrancado los dedos de una mano. Los tenías destrozados, como mordidos, ensangrentados. Quizás de intentar no llamarme, no responderme los mensajes. Yo te miraba a los ojos, vos me mirabas pero no lograbas verme. Estabas hermoso aunque si me esfuerzo no recuerdo tu cara con detalles. Pero eras vos con tu musculosa roja y estabas lindo.Traté de hacerte entender que era yo, y de que vieras cómo estoy de rota pero no me veías y seguías caminando. Te sostenía del brazo mientras cada uno avanzaba en sentidos contrarios, empujados por una multitud. Parecía un pasillo y aunque podía ser un shopping creo que era un recital. Estábamos con gente. Vos tenías cara de estar peor que nunca. Tenías aspecto de mejor de todo pero peor del alma. Cuando la gente nos llevaba al punto en el que tenía que soltarte el brazo, te retuve con los dientes. No sé si era un impulso animal de no querer soltar tu carne, mi presa, o porque tenía que agarrarme de las muletas.
Alguien me decía: o sea que ahora tiene la excusa de la mano destrozada para no volver, para no poder pensar en vos. Lloré pero ya no distingo si en el sueño o en la vida real. Igual lloré por vos antes de dormir así que es lo mismo.

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