[todo lo que tengo se lo he pedido prestado a mi imaginación]


29 octubre 2008

Lucía, Lucía

Lucía sabía preparar panqueques, hacía tortasfritas, y scones. Lucía hacía la cama prolija, con las almohadas gorditas, le ponía perfume de vainilla a las toallas y de fresias a las cortinas.
Lucía cantaba en un perfecto inglés Bohemian Rapsody, y en un lindo italiano La Solitudine.
Lucía bailaba árabe, escuchaba tangos y bebía cerveza del chopp. Lucía comía asados, preparaba empanadas y lloraba angustiada algunas noches tomando licor.
Lucía era buena madre, hacía trenzas y dibujaba caracoles, mariposas y gatos. Lucía hacía la leche con Nesquik y también un buen café.
Lucía amaba la granola, los aritos de avena y los frutloops. Lucía comía pan con mermelada a la madrugada.
Lucía era buena amante, era fogosa y deshinibida. Lucía desnuda era perfecta, y vestida hermosa.
Lucía tenía rulos, ojos almendra y muchos dientes de un impecable blanco.
Lucía era lo mejor que yo había conseguido. A Lucía le dedicaba mis mejores canciones y mis días. Lucía lloraba angustiada tomando licor... abría la ventana y saltaba al vacío.
Lucía se moría sin pedir permiso. Y se llevaba todo mi amor.

XIV: Exceso de Amor

Tanto lo amaba que cada noche rezaba a un Dios en el que no creía demasiado esperando que el la eligiera. Tenía rituales que cumplía religiosamente, tenía cábalas y sabía qué cosas no tenía que hacer para no perderlo.
Se alejaba por momentos para observar su amor pero nunca lograba olvidarlo, lo amaba como nunca había amado y con él quería ser feliz y al fin perecer.
Una tarde, cuando había digerido la idea de que él la dejaría, él le dijo que la elegía. Ella se puso contenta, después se sintió rara y más tarde se asustó.
Dió vueltas en la cama y la mañana siguiente le escupió algo que ni siquiera tenía bien pensado: al lado mio no vas a ser feliz. Patrañas! Estaba asustada, sólo eso.
Pues lo asustó a él.
Ahora reza a ese mismo Dios. Sueña con volver el tiempo atrás y despertarse esa mañana para correr a decirle que lo ama y con él QUIERE SER FELIZ.

24 octubre 2008

XIII: Promesas de Amor

Te prometo la vida entera, te prometo mis buenos humores, mis risas desenfrenadas, mis dientes al aire, la boca abierta de par en par.
Te prometo compañia, en las buenas y en las malas, de día y de noche. Cuando no puedas dormir te prometo velar por vos.
Te prometo una casa, mil hijos, un perro. Te prometo cenas, amigos y diversion.
Te prometo viajes, vacaciones y escapadas. Más canciones para agendar en la mente y peliculas para trasnochar.
Te prometo aprender a ser yo misma a tu lado, te prometo dejar mi egoísmo, te prometo regalarte la felicidad que me surge cuando te siento cerca.
Te prometo amor eterno, para escribir un cuento, una poesía, hacer una película y una canción.

22 octubre 2008

El hombre que amaba deforme.

Cacho amaba a la petisa. La amaba a su manera, torpe y aburrida. La criticaba, la subestimaba, la heria y la ninguneaba. Así la tenía dominada, sometida. Claro que parecia que la odiaba, ella sentía su desprecio y él sentía su amor deforme.
Cuando la petisa se cansó de tanto golpe bajo, lo dejó. Se casó con romántico loco que le regalaba flores cada día y le decía te amo cada cinco minutos.
Cacho quedó herido, sufriendo su defectuoso amor desdichado. Sufrió algo así como cinco meses hasta que conoció a la narigona. A ella la hizo sufrir de entrada, criticándole la nariz, el pelo, la voz, los dibujos y su canto.
Amores deformes como los que Cacho sentía se ven cada día. Seres creidos de su poder de decapitar al amado con sus maltratos y desprecios. Y deformes que soportan los maltratos...bueno, de esos hay también.

12 octubre 2008

me

Me aburro.
Me contraigo, me deshago, me destruyo, me flagelo. Me distraigo, me atajo, me disperso, me concentro.
Me divierto.
Me entrego, me asusto, me contengo, me emociono. Me rio, me duermo. Me explayo, me callo, me caigo, me levanto.
Abro-cierro-muero-revivo-alcanzo-llego-acabo.